Lo mejor de viajar o de vivir en el extranjero son aquellas personas que hacen que el tiempo se detenga. Aquellas que marcan una diferencia y hacen que la que la palabra «hogar» no entienda de cultura, idioma, raza o continente.
—Por eso mi corazón late a la espera de volver a verlas—.
Gracias por formar parte de mi vida y de mi historia. Gracias por hacerme sentir en casa sin necesariamente estar en Galicia. Quiero más reencuentros, 2019. Y mucho viaje.
Estos versos pertenecen a “Postales”. Poema finalista en el II concurso poético Dictum Factum. Porque cada destino es una postal. Y cada hueco en mi pecho una persona.